
Pedir un préstamo puede ser una solución rápida para salir de un apuro, cubrir un gasto imprevisto o financiar un proyecto. Pero más allá del monto que te prestan, hay una variable clave que define cuánto vas a devolver: la tasa de interés. No todas las tasas son justas ni legales. De hecho, en Argentina hay límites definidos por ley para protegerte de abusos financieros. En esta nota te explicamos, de forma clara y directa, qué es la tasa máxima legal permitida, por qué existe y qué podés hacer si sentís que te están cobrando de más.
Entender la tasa de interés: el corazón de cualquier préstamo
Cuando alguien accede a un préstamo, ya sea con un banco, una financiera o incluso un prestamista particular, no está recibiendo dinero gratis. A cambio de prestarte esa plata, te van a cobrar algo: la tasa de interés. Esa tasa es lo que hace que termines devolviendo más de lo que pediste. Y si bien eso es parte normal del sistema financiero, hay un límite.
Ese límite se llama tasa máxima legal permitida. Es un tope establecido por la ley o por organismos regulatorios para evitar que te cobren cifras desproporcionadas. En otras palabras: aunque hayas aceptado pagar, si la tasa supera cierto valor, puede ser ilegal.
Por qué existe una tasa máxima legal
No todas las personas que piden préstamos entienden bien qué están firmando. A veces lo hacen por necesidad urgente, a veces porque les prometieron condiciones "fáciles". Ahí es donde aparece la necesidad de una protección legal.
La tasa máxima existe para:
- Evitar abusos por parte de prestamistas.
- Proteger a los consumidores, especialmente a los más vulnerables.
- Evitar sobreendeudamiento crónico, que puede afectar toda la economía.
Cuando las tasas son muy altas, el crédito deja de ser una herramienta para salir adelante y se convierte en una trampa.
Quién establece esa tasa en Argentina
En nuestro país, el organismo que regula las tasas de interés en entidades financieras registradas es el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Ellos publican periódicamente un cuadro con tasas máximas para diferentes tipos de préstamos:
- Préstamos personales
- Préstamos prendarios
- Créditos hipotecarios
- Tarjetas de crédito
Estas tasas están pensadas para entidades registradas. Pero eso no significa que fuera del sistema bancario esté todo permitido.
Préstamos informales: el riesgo más común
Hay muchas personas que, por no calificar en un banco, terminan accediendo a préstamos de "empresas" o particulares. Ahí es donde suelen aparecer tasas altísimas, intereses poco claros, comisiones escondidas.
Es común que te digan: "Pagá en 12 cuotas de X monto", pero sin explicarte cuánto vas a terminar devolviendo. Cuando hacés la cuenta, resulta que devolvés el doble o más.
Eso no siempre es legal.
La usura: cuando el interés se vuelve ilegal
El Código Civil y Comercial argentino permite denunciar por usura cuando se cobran intereses desproporcionados o condiciones claramente abusivas. Y esto aplica incluso si firmaste un contrato.
Si se demuestra que el interés fue excesivo y no tiene justificación (como un riesgo real de incobrabilidad), un juez puede anular esos intereses o modificar el contrato.
En otras palabras: firmar no significa que todo está bien. Si te cobraron de más, podés reclamar.
Cómo saber si te están cobrando de más
Revisá bien tu contrato o el resumen del crédito. Ahí debería figurar la Tasa Nominal Anual (TNA) y la Tasa Efectiva Anual (TEA). Podés compararlas con lo que publica el BCRA en su sitio web.
Si no aparece ninguna tasa y solo te dicen el monto de las cuotas, es recomendable hacer el cálculo para saber qué porcentaje real te están cobrando.
Existen calculadoras online y hasta podés pedir ayuda en asociaciones de defensa del consumidor. Lo importante es saber qué estás pagando.
Qué podés hacer si la tasa supera el límite legal
Primero, juntá toda la documentación: contrato, recibos, comunicaciones, mensajes, etc. Luego, tenés varias opciones:
- Reclamar en Defensa del Consumidor.
- Hacer una denuncia en el BCRA, si es una entidad registrada.
- Iniciar una acción judicial por usura.
Muchas veces, con una simple mediación se logra una baja de la deuda o una reestructuración en condiciones justas.
Ya pagaste: ¿podés reclamar igual?
Sí. Si el interés fue usurario, podés pedir que te devuelvan lo cobrado de más, incluso si ya terminaste de pagar. Hay fallos judiciales que reconocieron este derecho.
Claro, no es automático. Vas a necesitar hacer un planteo legal. Pero tenés base para hacerlo.
Tarjetas de crédito: también tienen límite
Las tarjetas están incluidas en la regulación del BCRA. Tanto los intereses por financiación como los cargos por mora están alcanzados por límites. Además, deben informarte claramente todos los costos.
Muchos reclamos aparecen porque te cobran "seguros", "gastos de gestión" u otros ítems que no pediste. Eso también podés cuestionarlo.
Consejos antes de aceptar un préstamo
- Pedí siempre el costo financiero total (CFT).
- Compará entre al menos dos opciones.
- Leé el contrato completo. Todo. Sin apuro.
- Si no entendés algo, pedí ayuda. Mejor prevenir que llorar después.
Conclusión
Pedir un préstamo no debería ser una sentencia a pagar de más por años. La tasa de interés que te cobran tiene límites legales, y conocerlos es una herramienta de defensa. Si sentís que estás atrapado en cuotas imposibles, si lo que pagás no se parece en nada a lo que pediste, detenete y revisá.
La ley te respalda más de lo que pensás. Informarte, comparar y hacer valer tus derechos no es desconfianza: es cuidar tu plata y tu tranquilidad.



