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Qué pasa si no pagás un préstamo: proceso judicial y alternativas

¿Qué significa dejar de pagar un préstamo?

Cuando no pagás un préstamo, las consecuencias no tardan en aparecer. Al principio puede parecer que podés aguantar un poco más, pero enseguida te das cuenta de que la deuda crece, y también los problemas que trae.

Lo primero que pasa: intereses, recargos y mora

Desde el día siguiente al vencimiento de una cuota impaga, el monto que debés empieza a aumentar. No solo sumás intereses por mora (que suelen ser bastante más altos), sino que también pueden aparecer cargos por gestión de cobro o penalidades. Si lo dejás pasar, la deuda escala rápido.

Tu nombre en el Veraz y otras bases de datos

Con algunos meses de atraso, la financiera puede reportarte a bases como Veraz, Nosis o al BCRA. Eso afecta tu perfil crediticio, y no es tan fácil salir de ahí. Si después querés sacar una tarjeta, pedir otro préstamo o hasta alquilar, vas a tener trabas.

Tu puntaje crediticio se ve afectado

Cada cuota impaga hace que baje tu score crediticio. Y ese puntaje lo miran los bancos y otras entidades antes de prestarte plata. Levantarlo lleva tiempo, incluso después de pagar lo que debías.

¿Qué pasa cuando el reclamo avanza?

Las entidades no se quedan de brazos cruzados. Si no pagás, van a ir tomando distintas medidas para recuperar lo que prestaron.

Etapa inicial: llamados, mails y cartas

Lo más común es que empiecen a llamarte, mandarte mensajes o correos. A veces contratan estudios de cobranza para hacer el seguimiento. En muchos casos, te llega una carta documento para dejar constancia de que te están reclamando.

Cuando empieza lo legal: juicio por deuda

Si seguís sin pagar, pueden iniciar una demanda judicial. En general es un juicio ejecutivo, que es más rápido porque se basa en documentos como pagarés o contratos firmados.

Embargos y otras medidas judiciales

Si no presentás una defensa válida, el juez puede autorizar embargos. Pueden ser sobre tus cuentas, una parte del sueldo o bienes como autos o propiedades. No significa que te los quiten de inmediato, pero sí que no podés usarlos libremente hasta resolver la deuda.

¿Qué derechos tenés como deudor?

Tener una deuda no significa que perdés todos tus derechos. Hay cosas que las entidades tienen que respetar.

Te tienen que informar bien

Podés pedir un detalle completo de lo que te están cobrando. Tienen que darte acceso a esa información sin vueltas.

No pueden acosarte

Hay límites para los llamados y los mensajes. No pueden contactarte a cualquier hora ni con malos tratos. Si eso pasa, podés denunciarlo en Defensa del Consumidor.

Podés defenderte en juicio

Si te llega una demanda, no la ignores. Tenés derecho a responder, presentar pruebas y pedir asesoramiento legal. A veces eso alcanza para frenar el juicio o lograr un acuerdo.

Opciones si no llegás a pagar

No todo es blanco o negro. Antes de que el tema escale, hay formas de arreglarlo.

Refinanciar o reestructurar

Muchas veces podés renegociar la deuda: cambiar el monto de las cuotas, el plazo o la tasa. Suele tener costos, pero puede darte respiro.

Unificar deudas

Hay entidades que te permiten juntar todas tus deudas en una sola. Así pagás una única cuota mensual, más ordenada y, en algunos casos, más barata.

Negociar directamente

Contactar a la financiera y explicar tu situación puede abrir puertas. A veces prefieren renegociar antes que ir a juicio.

¿Y si ya tenés un juicio en marcha?

Aunque ya esté iniciado, el juicio no es el final del camino.

¿Se puede parar el juicio?

Si hay errores o puntos dudosos, podés presentar tu defensa. También se puede pedir una audiencia para negociar y suspender el proceso.

Arreglos durante el juicio

Incluso con la demanda en curso, podés llegar a un acuerdo. Si ambas partes aceptan, el juez lo puede formalizar y eso frena embargos o medidas.

¿Pueden tocarte el sueldo o tus bienes?

Sí, pero con límites. Si trabajás en blanco, pueden embargarte hasta un 20% del sueldo. Y si tenés bienes, depende del caso. Por eso es clave asesorarte bien.

¿Cómo evitar que te pase?

Pedí lo justo

No saques un préstamo por más de lo que realmente podés pagar. Hacé cuentas realistas, pensando en imprevistos.

Mantenete en contacto con la financiera

Si sabés que no vas a poder pagar, avisá antes. Eso puede evitar que te pasen directamente al área de legales.

Ordenate con tus finanzas

Tener un control de ingresos y gastos te ayuda a tomar decisiones más inteligentes. No hace falta ser contador: con una planilla o una app alcanza.

Conclusión

Quedarse sin pagar un préstamo no es solo un tema de plata: afecta tu tranquilidad y tu futuro financiero. Pero hay formas de salir del lío, sobre todo si actuás a tiempo. El secreto está en no esconderse, buscar opciones y hablar con la entidad antes de que el problema se agrande. La información, en estos casos, es tu mejor aliada.

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